Santa Eugenia
En las afueras de Aldeasoña, separados de éste por el arroyo de la Hoz y su pequeña alameda, se dejan ver los escasos restos de lo que fue la ermita de Santa Eugenia, de origen incierto, pero con toda certeza reformada a lo largo del siglo XVIII, según documentos parroquiales.
La ermita era el típico pequeño edificio de planta rectangular, con sólidos muros de mampostería, pero que, según cuentan las crónicas, siempre presentaron problemas estructurales, ya desde su propia construcción.
Tenemos noticia de Santa Eugenia en el siglo XVIII, momento en que, a causa de diferentes cuestiones estructurales, se decidió demolerla para construir una nueva ermita, pero... eso, como ves, nunca se llegó a completar.
En la actualidad solamente permanecen en pie, como es observable, los restos de dos de sus muros. Al templo le sobrevivió la talla de la Santa de su advocación, que pasó a ser propiedad privada. Sin embargo, el retablo que presidía la ermita desapareció... hasta la fecha, sin dejar rastro.
La ermita no tiene pérdida, pues se encuentra muy cerca del pueblo, al pie de una ladera, en una alameda.
Para llegar a ella, desde Aldeasoña, una vez atravesado el puente del arroyo de la Hoz, hay que tomar un camino a la derecha que te llevará a la ruina directamente en tres minutos. Se trata de la misma carretera con origen en Fuentesaúco de Fuentidueña.
No descartes visitar Aldeasoña, una pequeña localidad segoviana norteña que pertenece a la hermosa Comunidad de Fuentidueña, ya casi en la provincia de Valladolid. El pueblecito es tierra de vino, como el resto de la zona y cuenta incluso con unas bodegas, Bodegas Aldeasoña, alojadas en la imponente Casa del Mayorazgo y una hermosa iglesia parroquial de origen románico, Santa María Magdalena.
