Románica y en granito
En Las Rinconadas, una conocida zona a cinco kilómetros de la localidad serrana de El Espinar, protegida por el monte Caloco, encontramos el despoblado de Santa María de la Losa, con su imponente y maltratada iglesia en ruinas. Nos duele contemplar tanta belleza en un estado tan lamentable de desidia y abandono.
Santa María de la Losa es una rareza en la provincia de Segovia y guarda dos valores notables: es el único templo de origen románico del municipio de El Espinar y además el único de la provincia de este estilo construido en granito.
El templo se eleva en medio de un encinar, a medio camino entre El Espinar y la localidad de Vegas de Matute. Se trataba de un templo grande, de tres naves, del que aún son perfectamente visibles su cabecera y el arco apuntado del presbiterio, cegado en la actualidad. Se puede observar su nave, aún bien delimitada e intuir su bóveda de medio cañón, posiblemente del siglo XIII con sus canecillos erosionados por el paso del tiempo. Su ábside, maltratado y quemado aún permite acceder a un recinto sacristía, a través de un arco apuntado.
Sin duda un hallazgo notable aunque es lamentable el estado de abandono del recinto, que es de propiedad privada y parece a todas luces un rancho ganadero.
CÓMO LLEGAR: Puedes hacer un agradable paseo desde El Espinar, tomando el camino que lleva a Vegas de Matute, tal como te muestra el mapa, o bien desde Vegas, tomando el correspondiente camino al Espinar, nada más pasar el puente. En cualquier caso, un agradable sendero bien trazado, entre colinas. La ruina está un poco más cerca de Vegas de Matute, no muy lejos del campo de golf de los Ángeles de San Rafael.
El despoblado es ahora propiedad privada y su uso es el de almacén de pasto para el ganado. El templo, así como el edificio construido a su lado, con sus sillares, se eleva imponente en la parte más alta de una colina.
Aprovecharemos el paseo para contemplar los restos del despoblado, en el que también se encuentran las ruinas de la ermita de San Miguel, de la que solo quedan sus cimientos, la dehesa protegida por el Guadarrama o para acercarnos al río Moros o al arroyo de la Tejera, próximos a la zona.