La Virgen de la Calleja
Si sigues la llamada senda de Molinilla, un viejo despoblado de la comunidad sepulvedana, desde el puente de Villaseca, en pleno cañón del Duratón, el paseo te recompensará con un hermoso paseo en altura sobre un meandro del río donde se asentaba, además de otras interesantes construcciones, la ermita de la Calleja, también conocida como la ermita de Molinilla.
La Calleja fue una vez la iglesia del ahora despoblado de Molinilla y se encuentra en término de Sebúlcor, una de las poblaciones aledañas al cañón del Duratón.
El topónimo Molinilla viene es muy antiguo. Proviene evidentemente de la existencia de un molino, cuyas ruinas aún pueden verse y que ya venía consignado en un mapa del siglo XVI. Molinilla desapareció completamente, dejando sus ruinas en el Parque natural de las Hoces del río Duratón.
LLEGANDO A MOLINILLA
La senda para llegar a Molinilla, y a su ermita en ruinas de la Calleja, está perfectamente marcada desde el mismo puente de Villaseca.
El paseo está lleno de sorpresas: cuevas, el río y una presa, apriscos, un despoblado... una vegetación exhuberante y farallones para dar y tomar. Respeta siempre las normas del parque natural de las Hoces del río Duratón, dado que hay que solicitar permiso en la Casa del Parque en ciertos periodos del año (Entre Enero y Agosto)
Caminaremos acompañando al río Duratón hasta llegar a una pequeña represa y poco después llegaremos a nuestro objetivo, una humilde ermita del siglo XIII que conserva parte de sus muros, construidos por el sistema de tapias de rollo: su ábside rectangular aún sigue en pie, sin puertas o vanos, espadaña o techumbre. Su imagen, recortada contra una de las paredes rocosas del cañón, no deja indiferente y anticipa la magia que la ruta, perfectamente marcada, descubrirá más adelante con el Monasterio de la Hoz. Ciertamente el Duratón nunca defrauda en sus muchas posibilidades!