Santiago domina la villa
No muy lejos de la famosa torre Martina, apenas un ábside y los cimientos de una espadaña, lo que quedó de la iglesia de Santiago, románica del siglo XII, siguen presidiendo el otero que guarda las espaldas a la villa de Ayllón. Tan sólo se mantienen en pie los muros de su ábside y parte de su muro norte, pero su imponente presencia y la belleza del paisaje que contemplamos a nuestros pies compensan con creces la visita.
El profesor y fotógrafo Pelayo Artigas nos dejó, sin embargo, además de muchas fotografías del Ayllón del primer cuarto del siglo XX, una descripción detallada del templo.
Sabemos así de sus muros de sillarejo y su espadaña de dos vanos. También conocemos que allí se veneraba al Santo Cristo y que... curiosamente sirvió de cementerio, mediado el siglo XIX, para acoger "los cadáveres de los coléricos".
Sólo el esqueleto de su ábside, muy descarnado, permite al menos localizar este templo que por su aspecto fue tremendamente expoliado y posiblemente reutilizado en parte para restaurar otras de las numerosas iglesias de la villa.
Algo, no obstante queda de la ermita de Santiago.
Lo encontraremos en la iglesia de Santa María la Mayor, un impresionante templo, con un magnífico retablo mayor, procedente del desaparecido convento de San Francisco, restaurado actualmente. El retablo está presidido por la imagen del Cristo originario de la desaparecida ermita de Santiago.
Para llegar a la ermita, bastará con seguir indicaciones a la SO-135, la carretera que conduce a las ruinas de la ciudad romana de Tiermes, al este de la villa de Ayllón y en breve torcer a la izquierda.
Una vez allí, un corto paseo nos llevará a la torre vigía de la Martina, con impresionantes vistas, y a los restos de la antigua iglesia de San Martín que quedan a sus pies.