La Virgen del Poyo
Después de kilómetros y kilómetros de tierras de labor ya pajizas, atisbamos el verde esperanza en el horizonte. Hemos llegado a Juarros de Río Moros y esta pequeña localidad separa dos paisajes encontrados: la hosca llanura y el amable bosque de ribera que acompaña al río de su nombre a su paso por la localidad.
Los escasísimos restos de la ermita de la Virgen del Poyo apenas nos permiten vislumbrar su forma rectangular y su pequeño tamaño y, es que Santa María del Poyo debió ser la iglesia de una aldea muy muy pequeña, pero que ya existía en la Edad Media, como consta en los archivos de la catedral segoviana, aunque, entonces, se escribiera con "ll".
Los restos actuales no permiten ni siquiera deducir si fueron los de este primer templo u otro posterior, pero si se observan dos órdenes constructivos diferentes; lo cierto es que la aldea no debió durar mucho tiempo y el templo la sobrevivió hasta su colapso en épocas mucho más cercanas.
Nos quedamos pues con el paisaje amable que rodea la ruina y que predice bosquecillos de encinas y pinos en una tierra ondulada plagada de senderos que invitan a su recorrido.
¿Sabías que "poyo" deriva del latín "podium"? Ya ves que nada tiene que ver con el animal o con el banco adosado que leemos en su definición en el diccionario. Un "poyo" es pues una zona ligeramente elevada, como un podio o una tribuna. Ciertamente las ruinas están en un minúsculo promontorio junto al río... pero la tradición, como verás más adelante ha trastornado la correcta etimología.
La imagen de la titular de la ermita, la Virgen del Poyo, está actualmente en la iglesia parroquial de Juarros de Río Moros, San Pedro. Se trata de una talla románica, lo que abonaría la teoría del origen medieval de la ruina.
Juarros de Río Moros es una pequeña localidad segoviana dependiente de Armuña. Desgraciadamente pocos en el pueblo recuerdan que, una vez, hubo una ermita en sus inmediaciones. Sirva pues esta página de memoria.
La devoción a la Virgen del Poyo, aún sin ermita, sigue perpetuándose cada 19 de agosto. Curiosamente se hace procesión en honor de la Virgen y, delante de la imagen de Nuestra Señora, se coloca la imagen de un pollo. La talla románica tiene también una leyenda asociada a este animal y a su descubrimiento en el interior de una cueva. Si deseas conocerla, no tienes más que pinchar AQUÍ.
Las ruinas no están lejos del pueblo en línea recta aunque rondarán los dos kilómetros si deseas ir andando o en bicicleta, mucho más recomendable.
El camino permite igualmente trasladarte en coche. Se trata de una senda bien marcada que te llevará a la ribera del Moros: Nada más salir del pueblo y atravesar el puente del río deberás tomar el primer camino inmediatamente a tu derecha y continuar hasta una pequeña finca agrícola.
Las ruinas se sitúan detrás de la misma.