San Roque
No cabe duda de que la popularidad de San Roque, talismán contra la peste, fue notoria desde el siglo XIV en adelante. En la provincia de Segovia son numerosos los templos dedicados a este viajero peregrino y son muchas las localidades que siguen celebrando su fiesta en agosto. Son también más de cinco las ruinas de templos que, bajo su advocación, presiden la meseta segoviana; una de ellas está en Bernuy de Porreros, una próspera localidad cercana a la capital.
La ermita de San Roque fue uno de los templos de Bernuy de Porreros, además de su hermosa iglesia románica. El edificio, ahora en ruinas, se encuentra a las afueras de la localidad, dentro de un área recreativa regada por el arroyo de San Medel, cerca del camino que se dirige a Espirdo, conocida como Soto de Arriba.
El edificio constaba de una única nave, de buen tamaño, con forma rectangular. Sus muros estaban realizados en mampostería reforzada en las esquinas por sillares, como era la tradición. Se aprecian aún restos de ladrillo en puerta y ventanas. Se conservan sus cuatro muros perimetrales, a falta de cubierta.
Recomendado un estimulante paseo de menos de tres kilómetros entre las localidades de Espirdo y Bernuy de Porreros. Acompañando al arroyo de San Medel, un pequeño sendero, sombreado la mayor parte del camino, nos permitirá descubrir, además de la ruina, las famosas fuentes naturales de Bernuy, casi ya a la entrada de esta población.