Un castro inexpugnable
Se le conoce por Los Sampedros, pero enfrente, los Sanmartines, siempre olvidados, esperan su turno. Semejantes en estilo, estructura, proporción, edad y posiblemente autor, ambas ruinas tienen mucho en común, y si además echamos mano de los eruditos, aprenderemos que debieron seguir el patrón de ese románico peculiar de las tierras de Fuentidueña, rico en fantasía e irreverente en sus formas...
A la aldea medieval de Bernoie se la conoce popularmente como Los Sampedros, pues allí, además de otro templo, se erigió posiblemente a finales del XI la iglesia de San Pedro, que hemos atisbado desde el pueblo, y son sus ruinas por las que reconocemos el lugar, una colina, de elevación moderada, que protege la localidad de San Miguel de Bernuy.
Como la gran mayoría de los templos románicos de la zona de Fuentidueña, su comunidad de origen, podrían haber sido erigidos una vez concluida la segunda repoblación del conde Sancho Garcés, tras el hundimiento árabe.
Estamos recorriendo la planicie de Los Sampedros, origen de la localidad de San Miguel de Bernuy, al mismo borde del río Duratón. Son las ruinas de una antigua población medieval que está registrada en la documentación de la catedral segoviana como Bernoie o Bernuy , abandonada en el siglo XIII.
Tendremos que obligarnos mentalmente a imaginar sus arcos de medio punto, sus capiteles, canecillos y arquivoltas; podremos presumir su estructura de nave única y ábside semicircular, que en el caso de los Sanmartines se conserva íntegro, aunque terriblemente descarnado.
Sus paredes maltratadas por la intemperie nos siguen permitiendo observar la forma en que fueron construidas, en hiladas de curiosa forma trapezoidal, que permiten ver el mechinal o hueco de fábrica donde se insertaba el andamio que permitió en su día su construcción.
Tuvieron un corto recorrido vital, dado que Bernoie desapareció de la hoz durante el siglo XIII para trasladarse a la llanura, mucho más fértil y cómoda. Imaginamos que los templos entonces irían decayendo y adquiriendo otras funciones menos espirituales, como la de apriscos o resguardos de labradores en sus tareas agrícolas.
Su sillería ha ido también desapareciendo con el paso del tiempo, siendo posiblemente reutilizada aquí y allá; sus gruesos muros les hubieran augurado una larga vida, pero no completaron su natural ciclo vital. Tampoco lo completaron su cubierta ni su bóveda, y su vacío interior les hace encarar perennemente el infinito.
EL CASTRO DE LOS SAMPEDROS ESTÁ INCLUIDO EN LA LISTA ROJA DEL PATRIMONIO DE "HISPANIA NOSTRA"
UN RECORRIDO POR LOS SAMPEDROS: Puedes visitar los Sampedros, tomando el camino de tierra que, una vez pasado San Miguel de Bernuy, sale a tu izquierda, dirección Sacramenia. Si prefieres disfrutar de la zona un poco más, una ruta en bicicleta por la tierra del vino de los pueblecitos de la comunidad de Fuentidueña puede ser una buena opción. ¡Ahí la tienes!