Sepúlveda

Hablar de Sepúlveda supone siempre volver a los tiempos de la repoblación medieval, cuando cristianos y sarracenos pugnaban por los difíciles territorios de la llamada Extremadura castellana. Sepúlveda fue entonces precursora y poderosa y sus dos fueros fueron modelo de muchos. Ahora Sepúlveda sigue combatiendo, pero al fenómeno de la despoblación. Su presencia, siempre imponente esconde grandes tesoros arquitectónicos, la mayoría bien conservados, pero algunos en triste ruina.

Al igual que Pedraza, Sepúlveda puede presumir de estar considerado como uno de los pueblos más hermosos de España. 

Su impactante ubicación, sobre un enorme promontorio cincelado por sus dos ríos, el Caslilla y el Duratón, hacen del lugar un espectáculo inolvidable. 

No dejes de comprobarlo, parando en el mirador de Zuloaga, el pintor de Castilla, que encontrarás en la carretera que conduce a Segovia. Tampoco dejes de recorrer su espléndida naturaleza por sus rutas más populares, la senda entre ríos, que te permitirá visitar la villa y su entorno o la senda entre puentes, que te adentrará en los misterios del cañón del río Duratón.

Sepúlveda es rica en historia y arte. El románico segoviano tuvo allí su cuna y son numerosos los ejemplos aún en pie, como puedes observar en la fotografía de la puerta de acceso al santuario de la Virgen de la Peña. También es notable su patrimonio reencontrado como demuestra su iglesia de los santos Justo y Pastor, reconvertida en museo de los Fueros. Sin embargo, también Sepúlveda es rica en patrimonio perdido y desaparecido. 

¿Hay alguna ruina sepulvedana en este QUIZ sobre el patrimonio segoviano perdido?