El Temeroso de Santa Águeda
Hay algo de misterioso en Santa Águeda que nos atrae desde el primer momento. Mimetizada entre los pinos, el rojo color desvaído de su ladrillo aporta un nuevo matiz al paisaje, azul y verde, de la campiña segoviana.
La maltrecha ermita de Santa Águeda es una hermosa fábrica románica, en la que ciertamente el ladrillo sigue reluciendo a pesar de su tremendo deterioro. Se trata de una sencilla pero vistosa construcción que, a pesar del paso del tiempo, sigue conservando un cierto aura de misterio.
Su exterior nos ofrece la típica planta rectangular de una sola nave, pero su interior nos permite dar rienda suelta a la imaginación: un acceso frontal de tres arquivoltas de ladrillo, razonablemente conservadas, como su espadaña, dan una sensación de profundidad al templo, que probablemente estaría rematado por una bóveda de cañón y una techumbre de madera.
La historia de Santa Águeda tiene mucho que ver con el resto de nuestras ruinas. Allá por el siglo XII, la población de Otermoroso o el Temerosillo se instaló en la zona, dependiente entonces de la localidad de Pinarnegrillo. No sabemos a ciencia cierta cuándo se despobló, pero sí que Santa Águeda fue su iglesia.
El Temeroso de Santa Águeda es cómo se conoce actualmente el pinar donde se encuentra la ruina, al lado del río Pirón, en un hermoso paraje en el que no nos extraña que una población se asentara en la época de la repoblación.
Contaba el Marqués de Lozoya que dicho pinar perteneció al mayorazgo de Don Pedro de Porres Vozmediano y Toledo, Señor de Temeroso y, entre otros cargos, Gobernador de Caracas y miembro del Consejo de Su Majestad.
Parece que en el siglo XVII la familia lo vendió a una dama segoviana, que a su vez lo traspasó al Concejo de Carbonero el Mayor.
El Temeroso de Santa Águeda está pues en el término de Carbonero el Mayor, pero, según Lozoya, sus derechos siguieron siendo del cercano Pinarnegrillo.
Santa Águeda fue una santa muy popular, como lo demuestran el buen número de poblaciones que la siguen festejando.
Tres Santa Águedas en ruinas contamos en la provincia de Segovia: una en La Salceda, cerca de Collado hermoso, otra en Arahuetes, cerca del río que lleva su nombre, y la tercera... en el Temeroso de Carbonero el Mayor.
Si visitas Santa Águeda desde Carbonero, un camino a través del pinar sale desde la zona industrial de la población, siempre a la derecha. Ve preparado para vadear el río Pirón, no en una sino en dos ocasiones si vas en primavera. Los escasos ocho kilómetros totalmente llanos son ideales para una corta ruta en bicicleta. Extensos pinares, encinas en ondulados montes bajos, tierras de labor y la vegetación de ribera del Pirón contribuirán a hacer del camino una jornada para recordar.