Contodo
El desaparecido monasterio de Santa María de Contodo o de las Dueñas de Contodo, además de tener un curioso apelativo, fue posiblemente uno de los monasterios femeninos cistercienses más antiguos de la provincia. Estaba en las inmediaciones de Cuéllar, y como todos los de la orden, en la margen de un río, en este caso del arroyo Cerquilla. ¿Habías oído hablar de él?
Poco se sabe de este monasterio que pudo ser precursor en la orden cisterciense al estar también exclusivamente compuesto de mujeres consagradas y en este caso pudo ser fruto, como en tantos otros, de la voluntad real pues sus primeras referencias documentales nos llevan a mediados del siglo XIII, a la época de Alfonso X, su posible fundador; otros monarcas posteriores, como Sancho IV, junto con su esposa María de Molina, también se acordaron del monasterio y beneficiaron a Contodo y en concreto a su ganado.
No olvides que los monasterios del Císter eran normalmente centros autosuficientes gracias a sus tierras, huertas y ganados y en este caso fueron las ovejas las afortunadas al serles concedida libertad de pastos además de, un sangrador y un tejedor, algo que dudo les hiciera tanta gracia.
Como te decía, había que preparar en la tierra el camino al más allá y ayudar a las instituciones religiosas era uno de los medios más sencillos, sobre todo si no tenías problemas económicos. En este caso, aunque mucho más humilde que San Vicente el Real de Segovia, Contodo también gozó del favor real, que le permitió subsistir durante el siglo y medio escaso que duró su trayectoria vital. Fue una vida corta ya que, pasó pronto a depender del monasterio masculino de Sacramenia, y con el tiempo acabó en la ruina más absoluta. Parece que el destino juega a veces malas pasadas y, en este caso, el final de Contodo pareció predecirse de forma premonitoria a principios del siglo XIV y... todo por un accidente provocado por un animal.
Como si hubiera sido fulminado por el rayo, Contodo no volvió a levantar cabeza y, tal como he anticipado, desapareció y acabó en el olvido; no obstante, dicen en Cuéllar que algo del monasterio sigue allí y es que la Virgen de la Palma, que se venera en la iglesia del Salvador, podría proceder del desaparecido monasterio, donde se habría venerado en su retablo del altar mayor, en este caso como Virgen de Contodo. ¡O tempora, o mores!
Imagina la situación: dos de sus monjas tuvieron que viajar a Burgos, donde esperaban ver confirmados los privilegios otorgados al monasterio, pero el burro que las transportaba cayó al río con toda la documentación y ésta se perdió, con alguna pequeña excepción, para siempre jamás.