La Iglesiona de la serna
Allí, en Vellosillo, la llaman "La Iglesiona" y presidía uno de sus desaparecidos barrios, La Serna de Velosillo, junto al río Caslilla, de remoto y misterioso origen y en ruinas desde el siglo XIX. De su pasado tan sólo queda el esqueleto de su templo, que, a su ruina, sirvió de cementerio a la localidad.
Una serna, en la Edad Media, era un terreno fértil, tan apreciado en la seca Castilla, que se reservaba al rey o a la nobleza. Así pudo suceder en este caso, pues en los alrededores de Sepúlveda se conocen dos de ellas, la de Duratón y la de Velosillo. Ambas han sobrevivido en forma de poblaciones, a duras penas, y, de ellas, Velosillo es en la actualidad una pequeñísima localidad que no supera los diez habitantes, actualmente anejada a Sepúlveda.
De Santa María de La Serna, templo posiblemente del XIII, en románico típicamente sepulvedano, tan solo quedaron sus muros perimetrales, en burda mampostería y cantos rodados, que durante un tiempo se usaron como cementerio.
Santa María de la Serna llegó a ser la iglesia de Velosillo, por lo que la población de la entidad mayor debía desplazarse un par de kilómetros. El porqué Velosillo no tenía iglesia propia es uno de los misterios de su oscuro origen aunque se piensa que la razón podía ser el carácter militar del enclave en la época de la repoblación.
El primer documento escrito sobre La Serna de Vellosillo, es un pergamino de mediados del siglo XIV conservado en el Archivo Histórico Nacional; además de dar fe de la existencia del templo, también lo hace curiosamente de las preocupaciones pastorales del sacerdote de la época, que, a algunos nos pueden resultar incluso actuales.
Hay curiosidades que merece la pena contar, como ésta, relacionada con el templo: Parece ser que la población de La Serna y de Velosillo no eran demasiado aficionados a participar activamente en actos religiosos de forma que el Concejo decidió solucionarlo de forma expedita multando a todos aquellos que no acudieran, fuera por que no quisieran o incluso porque trabajaran.
Hasta cuando sobrevivió la Iglesiona, no lo sabemos con certidumbre pero ya no aparecía en el catastro del Marqués de la Ensenada, en el siglo XVIII. El templo decayó y sin embargo, de alguna forma, su inconfundible toque de románico del Duratón sigue vivo en la iglesia de nueva traza que se construyó en Velosillo, en la primera mitad del siglo XX; su ábside, sus capiteles y otros elementos decorativos, como canecillos y arcos se emplearon en la edificación del nuevo templo, que se ajustó en sus medidas para recibir el regalo del templo en ruinas.
La asociación de vecinos de Velosillo se activa como nadie en las redes sociales, siempre pendiente de atraer población y riqueza a la zona a esta localidad menor anejada a Sepúlveda.
PASEANDO DE SERNA EN SERNA
Como te sabrá a poco, aquí tienes una ruta ciclista por las sernas sepulvedanas, acompañadas por fotos del recorrido. El recorrido transcurre entre sernas, partiendo de Castroserna de Arriba y Vellosillo. No es exigente y en primavera es espectacular. ¿No te parece sugerente?
