San Juan Bautista
Así, tal como la estás contemplando en la fotografía, es la iglesia de San Juan Bautista, el Degollado, que llama ya poderosamente la atención desde la carretera, por su gran tamaño y elegante estructura, pero que, al acercarnos, nos ofrece el triste espectáculo de un tremendo deterioro y un desdeñoso abandono.
Centrada en una amplia plaza, en lo más alto de Fuentes de Cuéllar y rodeada por una cerca de piedra del cercano Campaspero, el inmenso templo languidece en espera de una nueva oportunidad.
En su decrepitud, San Juan Bautista se nos revela como un pequeño tesoro que ahora, por si acaso perece, hay que admirar. Románico tardío en origen, posiblemente del siglo XIII, como puede observarse por su ábside y sus contrafuertes, el templo sufrió, como casi todos, modificaciones a lo largo de la historia.
De época gótica es una de sus naves, enfrentada al sur, que pudo servir de pórtico, dos magníficas naves laterales o la hermosa bóveda de crucería que atisbamos desde la entrada principal. Trazas renacentistas son también visibles, empezando por la propia talla del San Juan de su fachada.
¡Fíjate en su torre!
La torre llama al instante la atención.
Es curiosamente almenada, rematada con pináculos, y expone varios cuerpos de distintas épocas o estilos y de diferentes materiales, desde la mampostería a la piedra, sin olvidar el peculiar ladrillo de la zona de Cuéllar. Todo un repertorio de historias que contar en un hermoso ejemplar... para el recuerdo de un interesante lugar por redescubrir.
Fuentes de Cuéllar y los pueblecitos aledaños, como Lovingos, Dehesa Mayor o Dehesa de Cuéllar están actualmente anejados a la villa cuellarana. Descansan en un hermoso páramo lleno de Historia y vida, y rodeado por la inmensidad del mar de pinares del noroeste de la provincia. Un recorrido por la zona te devolverá a la Castilla desamueblada de Delibes pero rica en matices y en contrastes. Paisaje del 98, sin duda. ¿Te animas a recorrerlo?